Y también la lluvia...


Me gusta que el cielo se emocione y llore. Y haga llorar a muchos de melancolía al recordar algo que pasó en un día como éste.

Me gusta esa cortina de agua que se crea y que no nos permite ver tan lejos como de costumbre.

Me gusta ver como los limpias acarician ferozmente el parabrisas dibujando ángulos imaginarios de 90º y que desaparecen en milésimas de segundo.

Me gusta escuchar los debates de la gente sobre si te mojas más andando o corriendo.

Me gusta entrar en un túnel en mitad de la lluvia para sentir, durante un instante, ese momento de silencio y bienestar interior. Salir de ese túnel me gusta todavía más.

Me gusta el momento en el que aparco el coche, apago el motor y me dejo llevar, durante no sé cuánto tiempo, por un sonido constante y embriagador.  

Me gusta lavar el coche justo el día de antes a que llueva. Bueno, en realidad no me gusta, pero hace que uno se ría de sí mismo y de su mala suerte y eso... Eso siempre es bueno.

Me gusta ver a la gente correr de un lado a otro para evitar calarse hasta los huesos, en lugar de disfrutar de ella como cuando eras niño.



Me gustan los paraguas abiertos, casi tanto como verlos cerrados en mitad de la lluvia.

Me gustan las botas que sacas para estos días. Las nuevas. Y también las viejas.

Me gustan las personas que esperan apretaditas a que amaine la lluvia bajo las cornisas y, aunque no se conozcan, hablen, rían y hasta, quién sabe, surja de ahí algo más allá que una simple conversación relacionada con la lluvia.



Me gusta cada gota que rebota sobre el suelo, sobre el techo, sobre un paraguas, sobre tu espalda.

Me gusta cuando recuerdas algún secreto mientras miras pasmada desde el otro lado del cristal.

Me gustas tú cuando me dices que sientes lo mismo que yo en días como hoy.

En definitiva… Me gustas. Me gustas mucho. Y también la lluvia.









Comentarios

Entradas populares de este blog

Una más, una menos

No me digas que te bese, porque te besaré

Bajo el volcán... Y con el impulso del huracán